jueves, 31 de diciembre de 2015

HIELO AMBAR

                                   De un otoño en el que al contrario que este, una helada temprana en el mes de octubre había congelado la superficie de una pequeña charca en el interior del bosque.
            Tras unos días de abundantes lluvias, bastó una noche de cielo despejado y frío aire del norte, para darle al bosque un ambiente casi invernal.
            El agua en su fluir antes de solidificarse, había depositado en el fondo junto a la orilla, hojas de haya  recién caídas y sobre ellas un helecho seco.
            Los tonos ambarinos de estos restos vegetales atrapados en el hielo, acentuados por la luz dorada de última hora de la tarde que casi inexplicablemente había conseguido llegar hasta ellos entre el laberinto de ramas, daban al conjunto el aspecto de un pequeño tesoro.


            Desearos una vez más a todos los que visitáis este blog, lo mismo que deseo para mi: que en el año que está a punto de empezar, aquello de naturaleza superior en lo que creáis, se llame Dios, Universo, o iPhone 8..., os depare salud, consciencia y buena luz.

Helecho atrapado bajo el hielo
Hielo, helecho y hojas de haya (F:10,V:1/30s, ISO:100)





viernes, 25 de diciembre de 2015

INESPERADO RATONERO

                                 Cuando después de un montón de horas, aparece a unos pocos metros delante de la cámara algo así, uno suele quedarse satisfecho, porque la espera ha merecido la pena.
              Pero cuando el animal al que se esperaba era otro, aún más escaso y difícil de fotografiar, durante el primer segundo después de su llegada hay un leve sentimiento de decepción, que enseguida se disuelve en la concentración requerida, para aprovechar al máximo el instante fugaz  que podremos disfrutar de la proximidad de un animal como este.
              No llegaría a un minuto el tiempo que permaneció allí, escrutando cada centímetro del suelo bajo el árbol en el que seguramente se habría posado cientos de veces, en busca de algún ratón que saliera de su escondrijo en ese momento en que el sol ya se ha ocultado tras el horizonte y los pequeños roedores inician su actividad.
              Como curiosidad, esa mancha oscura que tenía bajo los ojos.
              Generalmente las aves de esta especie, así como cualquier animal que frecuentemente cace en horas en las que la luz es escasa, tienen la zona que rodea los ojos de color claro, para así reflejar más luz hacia el interior del órgano visual.
              A este, la mancha oscura le restará un poco de agudeza en el crepúsculo, pero será una ventaja cuando el sol brille, por lo mismo que los jugadores de rugby americano se pintan de negro bajo el párpado inferior, para evitar ser deslumbrados por los focos.
              Interesante comprobar como la naturaleza experimenta con estos individuos ligeramente "anómalos"  opciones que  favorezcan la supervivencia en diferentes circunstancias.

Ratonero común (Buteo buteo)
Ratonero común (Buteo buteo) (F:7, V: 1/30, ISO: 200)

martes, 22 de diciembre de 2015

DONCELLAS PUNTEADAS

                                  La habitual inestabilidad meteorológica estival en la cordillera cantábrica, hace que con frecuencia se sucedan varios días nublados con temperaturas bajas, en los que los insectos se ven obligados a una forzada quietud.
           Con la llegada de días más cálidos, se observa  de nuevo en las praderas, una gran actividad.
           Después de semanas de cielos grises, bastaron unos minutos de sol, para espabilar a una infinidad de insectos, que devolvieron a aquella pequeña pradera, la imagen propia de la primavera.
           Estas mariposas de la especie "Doncella punteada" (Melitaea cinxia), iban  frenéticamente de una flor a otra y alternando cortos períodos de alimentación, con vuelos de cortejo, como si trataran de recuperar el precioso tiempo perdido de su corto ciclo vital.

Doncellas punteadas (Melitaea cinxia)
Doncellas punteadas (Melitaea cinxia) (F:9, V:1/200, ISO:200)

viernes, 18 de diciembre de 2015

ESPLENDOR EN LAS RAMAS

                           Se produce cada muchos años, pero cuando se da un otoño con las condiciones propicias en cuanto a vientos dominantes y progresivo descenso de temperatura sin llegar a helar, el espectáculo de color en los bosques cadufifolios puede llegar a ser apabullante.
           Sabiendo que podían pasar décadas antes de que volvieran a producirse unas circunstancias en las que hubiera tal densidad de hojas en las ramas conservando aún su color dorado, que en muy pocos días se tornaría marrón, había que elegir bien el lugar donde pudiera haber un punto en el interior del bosque desde el que poder captar este momento de esplendor vegetal.
            Después de horas de búsqueda y cientos de fotos que como casi siempre sucede, no conseguían hacer justicia a todo aquello que había alrededor, encontré esas dos hayas que iluminadas ligeramente a contraluz por un sol atenuado por nubes altas, condensaban en sí mismas la grandiosidad de aquel otoño irrepetible.

Haya con color otoñal
Hayedo otoñal (F:8, V:1/50, ISO:200)


         

lunes, 14 de diciembre de 2015

Y ALLÍ ESTABA WALLY

                                  De la familia de los lagomorfos, la liebre Europea o liebre de monte (Lepus europaeus), es una de las cuatro especies presentes en la Península Ibérica y la que alcanza mayor tamaño.
                Han sido muchas las veces que las he levantado sin querer de sus encames, cuando caminaba por el monte, aunque la mayor parte de estos encuentros casuales, fueron hace años, antes de que la epidemia de Tularemia diezmara gravemente sus poblaciones.
                Es sorprendente lo cerca de los humanos que pueden llegar a instalarse estos animales tan perseguidos, allí donde la prohibición de cazar les permite un mínimo de tranquilidad para su descanso diurno.
                Siempre las había visto corriendo, en esas salidas explosivas, cuando casi tropiezas con ellas en el bosque. Esta era la primera vez que tenía la suerte de ver una así, tranquila, en el lugar donde había pasado el día mimetizándose con las hierbas secas de una pradera próxima a un entorno muy humanizado, esperando la llegada del crepúsculo para dar comienzo a su actividad nocturna.
                Casi me hubiera conformado sólo con verla, además por lo improbable que era encontrar allí algo así, iba sin el equipo fotográfico, pero no podía dejar pasar la oportunidad sin intentarlo y apostando a que si había permanecido allí todo el día segura de su camuflaje y ajena al movimiento en las proximidades, me daría el tiempo necesario para ir a casa a por los bártulos.
                Y así fue como pude conseguir mi primera foto de liebre. En días posteriores conseguí alguna más. No sabía entonces que aquella pequeña isla verde, pronto iba a quedar sumergida bajo un mar de asfalto y hormigón.

Liebre Europea (Lepus europaeus) (F:7,1,V:1/125,ISO:200)

         

miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA AMAPOLA Y EL ROCÍO

                               
                      Por fin, después de semanas de formación dentro de su característica funda cónica, de la que seguramente se acababa de desprender minutos antes, así aparecía esta recién nacida amapola de California (Eschscholzia californica) cubierta de rocío  poco después del amanecer.

Amapola de California (Schscholzia californica)
Amapola de California(Eschscholzia californica) (F:10,V:1/200,ISO:100)

jueves, 3 de diciembre de 2015

EL REENCUENTRO

                     
                   
                          Hará unos 24 años, decidí colocar 10 cajas nido en un bosque donde eran muy necesarias, porque la ausencia en él de árboles viejos, limitaba las posibilidades de reproducción de muchas especies de aves, que necesitan  huecos donde instalar sus nidos.
           Después de planificar muy bien su distribución y colocación, ya en el primer año pude constatar que el índice de ocupación estaba muy por encima de la media esperable.
           Durante los cuatro primeros años, en dos de ellos fue del 100%, todas las cajas ocupadas y en otros dos, 8 de las diez.
           Con el tiempo, las cajas fueron deteriorándose unas y otras se fueron perdiendo. Muchos años después de aquello, al visitar ese bosque, en alguna ocasión he encontrado caído en el suelo algún resto casi irreconocible por la putrefacción de lo que fueron aquellos hogares de pájaros. Siempre su encuentro me ha producido mucha nostalgia de aquellos días ya bastante lejanos.
            Creí que ya no quedaría ninguna de ellas después de tanto tiempo, pero recientemente, en una visita a ese bosque, 7 años después de la última vez, me encontré por "casualidad", con  esto: colocada en un lugar tan escondido y protegido que ya no recordaba,(cerca de donde esta hecha la foto) estaba esta caja, que aunque bastante desvencijada por el paso del tiempo y el efecto de la intemperie, conservaba aún su forma e incluso restos de las varias capas de pintura que les dí antes de colocarlas hace casi un cuarto de siglo!!!.
          Muy difícil de describir lo que sentí al tenerla otra vez en las manos e imaginar cuantos pájaros, ratones y quien sabe qué otros animalillos, en todo este tiempo habrían encontrado refugio en ella.
           No cuento esto para que veáis lo guay que soy (no lo necesito), lo hago para daros ideas, porque me parece que la colocación de cajas nido donde son necesarias es una de las actividades más útiles y gratificantes que pueden vivirse en la naturaleza, (o en tu jardín, huerto, terraza, ventana... )
            También advertir, de que es mejor no hacerlo sin un mínimo conocimiento, porque una caja mal colocada, como esas que podéis ver en la periferia de nuestra ciudad, balanceándose con el viento colgadas en cualquier rama, de cualquier manera, cumpliendo con la función para la que han sido colocadas: vender la imagen "Green"...,  pueden suponer una trampa mortal para pájaros.
           Un día de Diciembre después de una noche de fuerte viento, encontré  recién muerto dentro de una de ellas que estaba caída en el suelo, un Carbonero común, que por lo que pude comprobar llevaba tiempo utilizándola para dormir.

Caja nido
Vieja caja nido (F:2.8, V:1/30,ISO:100)