jueves, 5 de diciembre de 2013

FOTOGRAFÍA E IMPERMANENCIA

                             La fotografía, consiste en: por medio de una tecnología cada vez más sofisticada, captar instantes y de alguna manera "extraerlos" del devenir del tiempo, en un intento vano por protegerlos de la impermanencia a la que todo está sujeto, para poder contemplarlos inalterados "indefinidamente",  (al menos así lo veo yo).
             Siempre me ha parecido, que por muy satisfactorio que nos resulte, esto que hacemos es bastante antinatural y quizá también un poco cruel hacia nosotros mismos. Y esto último me lo parece, porque muchas veces es tristeza lo que se siente, cuando revisas fotos y como en el caso de esta, comparas aquella "extracción del instante" que hiciste en su día, con la realidad del momento presente, tan sólo unos pocos años después, y compruebas como todo ha cambiado.
             El árbol de la imagen, ya ha empezado a secarse. Él y su entorno a penas recuerdan al de entonces.  En unos años más, la sabia dejará de subir por su viejo tronco y terminará desplomándose sobre el río al que ha visto fluir durante siglos. Como lo han hecho ya  a pocos metros sus otras hermanas hayas, un grupo de majestuosos árboles varias veces centenarios, que entonces rebosaban  vida y que han ido sufriendo una lenta muerte después de que sus raíces fueran cubiertas por un camino de hormigón y cuyos cuerpos yacen ahora desmembrados por la motosierra, convirtiendo  lo que hace poco era un valle de ensueño, en lo que cada vez más parece un cementerio de Gigantes.

Haya y río    (F10, V: 1/200, ISO: 100)


1 comentario:

  1. Así es, un camino milenario cubierto por una capa de cemento, que vergüenza, la vergüenza que se le ha infringido al barranco del río Yuda. Al menos en tu foto y en alguna que he hecho desde el montículo que se divisa a la izquierda, queda el reflejo, por mucho mucho que se empeñe el humano, de que la naturaleza está por encima del hombre.

    Saludos

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