lunes, 29 de enero de 2018

GAVILÁN EN VUELO

                                 Si ya de por sí, las rapaces son difíciles de observar por lo escasas y, si la dificultad para localizarlas en el cielo, por razones obvias suele ser además inversamente proporcional a su tamaño. Cuando se trata de una de las rapaces  más pequeñas y discreta de la fauna Europea, que al mismo tiempo también es la que muestra mayor querencia por las más densas e impenetrables  masas forestales, como es el caso del gavilán, entonces la dificultad es máxima.
              Ver un gavilán es ya toda una suerte. Pero poder fotografiarlo así, en una de las fugaces ocasiones en que este ave deja la cobertura de los árboles, para con su velocísimo vuelo trasladarse de un bosque a otro, es una oportunidad de esas que se dan una vez cada muchos años. (Clik en la imagen para verla más grande).
           
Gavilán (Accipiter nisus)
Gavilán macho subadulto en vuelo (Accipiter nisus)  (F:7.1,V:1/2000,ISO:200)

lunes, 22 de enero de 2018

RETORNO AL ORIGEN

                           Generalmente, no me gusta captar imágenes en las que aparezcan indicios humanos, pero aquel día para mi la excepción estaba muy justificada.
            Sucede que solemos pasar por alto aquello a lo que estamos acostumbrados y lo miramos sin verlo realmente, porque la familiaridad muchas veces nos impide reparar en sus pequeños detalles.
            Había visto sin verla aquella vieja ventana fuera de uso multitud de veces, pero no fue hasta este día, fotografiando a esa mariposa nocturna posada sobre ella, que no fui consciente de cuanta belleza había en la áspera textura de su deteriorada superficie.
            Y no sólo eso; aquella  madera que algún día hace muchas décadas, quizá más de un siglo, fue arrancada de un bosque para que un carpintero con rudimentarias herramientas manuales le diera formas geométricas, para después cubrirla de pintura haciendo irreconocible su verdadera naturaleza arbórea.
            Ahora, después de muchos años de lluvia, sol y viento, aquel  domesticado trozo de naturaleza, volvía a mostrar de nuevo la esencia desnuda de lo que nunca había dejado de ser. Y se estaba convirtiendo en el hogar de arañas, polillas y líquenes, como en un anhelado retorno a su verdadero origen. (Cilk en la imagen para verla más grande).

Polilla (Lasiocmpa trifoli), en madera vieja.
Polilla (Lasiocampa trifoli) sobre ventana vieja (F:10,V:0,8s,ISO:100)

lunes, 15 de enero de 2018

SIEMPRE ALERTA

                                      Bueno, en realidad sería: "casi siempre...", porque en sus desplazamientos dentro de su territorio en el interior del bosque donde se sienten  protegidos por la vegetación, a veces los corzos van tan abstraídos y como ensimismados cuando transitan por sus senderos habituales, que se diría que están buscando la solución a algún enigma, o problema filosófico.
             Esos cortos paréntesis de desconexión de sus sentidos cuando están tranquilos, seguramente dan el descanso que necesita un sistema nervioso, sometido al ingente trabajo del permanente estado de alerta.
           
              Casi anocheciendo, esta corza había salido del bosque para alimentarse. El lejano grito de alarma de un ave -los corzos los reconocen todos- la hizo permanecer un rato así, con  todos sus sentidos centrados en aquel leve pero para ella significativo sonido.
              Cuando la alarma cesó, ella siguió alimentándose y, la noche fue cubriéndolo todo. (Clik en la imagen para verla más grande).

Hembra de corzo alerta
Corzo hembra (F:7.1,V:1/8s,ISO:400)

lunes, 8 de enero de 2018

SIMPLIFICANDO

                         En la naturaleza sin intervención humana, todo es armónico y tiene total sentido en sí mismo.
           Pero la mente ante ese caos de perfección, parece necesitar aferrarse a algo conocido que haga aquello minimamente comprensible. Entonces busca patrones que de alguna manera simplifiquen lo inconmensurable reduciéndolo a algo racionalmente manejable.
           Mi satisfacción ese día por encontrar esta diagonal de agua y roca llenando la minúscula parcialidad del encuadre de la cámara, era como una alegoría de lo infantil y limitado de la percepción mental, cuando se enfrenta a la inabarcable magnitud del mundo natural. (Clik en la imagen para verla más grande)

Cascada diagonal
Cascada y roca diagonal (F:16,V:2s,ISO:100)