sábado, 29 de febrero de 2020

DE LO INTENSO O LO PROFUNDO

                                Cuando has pasado mucho tiempo en la naturaleza, sabes que a ella hay que ir a dejarse sorprender, mejor sin expectativas ni deseo.
                 Eso difícilmente puede darse cuando le das más importancia de la que merece al hecho de "capturar" esos breves y poco frecuentes encuentros con seres especializados en la cautela y la discreción.
                 No sabría explicarlo, porque es algo del ámbito más abstracto e indemostrable de la percepción, pero creo que en cierta manera, muchas veces ese deseo de conseguir, llega a interponerse no sé de qué extraña manera, impidiendo que los acontecimientos sucedan.
                Por el contrario, otros días en los que vas al monte "simplemente" a estar rodeado de todo aquello sin esperar nada, entonces el acontecimiento va y se produce.

                Este día de verano y a esa hora, ya hacía demasiado calor incluso como para estar fotografiando mariposas. Allí tirado sobre la hierba bajo la sombra de un árbol, en el silencio del bosque, con la mente por momentos vacía de pensamientos y absorta en la contemplación, no se podía desear nada más perfecto.
               De pronto el áspero grito de alarma de los arrendajos indicando que algún depredador se aproximaba, volvió a poner mi mente en "modo deseo".  Y de forma casi automática me vi sacando de la mochila la cámara y el objetivo adecuado. Y luego esperando por si al animal que merodeaba dentro del bosque con su séquito de pájaros alarmados, le daba por salir al pequeño claro junto al que me encontraba.
                Y así fué. Este gran zorro macho con el pelaje corto de verano, salió brevemente  del bosque cruzando esa zona despejada.
                 El acontecimiento se produjo y la captura del instante también. Todo muy satisfactorio para la mente que siempre está a la caza de momentos intensos. Pero en realidad eso no fue más que un espejismo impermanente comparado con el momento previo en el que la satisfacción, aunque más sutil, venía de lo profundo e inexpresable. (Clik en la imagen para verla más grande)

Zorro (Vulpes vulpes)
Zorro con pelaje de verano (F:7.1, V:1/400s,ISO:100)

viernes, 21 de febrero de 2020

EL PRODIGIO DE LOS NARCISOS

                              Algo tiene la naturaleza, que por muchas veces que sean repetidos los prodigios que en ella se producen, siempre asombran como la primera vez.
                 Siendo cada año unas de las primeras flores en renacer, hace ya varias semanas que en los rincones más abrigados del monte, como preludio de una primavera inminente, aparecieron los narcisos.
                 Seguramente ya ni siquiera ellos recuerdan que antes, cuando el invierno era de verdad, sus tallos solían abrirse paso hacia el sol atravesando las últimas nieves de la temporada.
                 Esas imágenes de las flores creciendo entre nieve que aquí eran lo habitual y que ya sólo quedan en la memoria, resultan casi exóticas y propias de latitudes nórdicas. Como seguramente  con el tiempo lo acabarán siendo los propios narcisos, cuando progresivamente vayan siendo sustituidos por los cactus... (Clik en la imagen para verla más grande).

Narciso silvestre (Narcissus bulbocodium)
Narcissus bulbocodium (F:5.6,V:1/320s,ISO:100)

jueves, 13 de febrero de 2020

NATURALEZA EJEMPLAR

                                 Entre las especies con mayor diferencia en el plumaje entre machos y hembras, se encuentran muchas de las aves acuáticas.
              Las hembras son de un discreto color pardo jaspeado. En los machos por el contrario, todo está dispuesto para llamar la atención. No basta con ser colorido y contrastado, algunas de sus plumas dependiendo del ángulo de la luz, producen incluso irisaciones de aspecto metálico.
               Y  habrá quien se pregunte : ¿qué sentido puede tener este acusado dimorfismo?. Pues nada menos que; ...todo.
               Entre los patos, las hembras eligen minuciosamente a los machos con los que  se aparean, para seleccionar los mejores genes que merecen ser reproducidos, fijándose en la calidad e intensidad de su colorido, que está directamente relacionado con la fortaleza y la salud. Y ellas a su vez, con su plumaje mimético que las hace casi invisibles cuando están en el suelo donde hacen el nido, evitarán que los vulnerables huevos, sean descubiertos por los depredadores.
               En la naturaleza, al contrario de lo que sucede fuera de ella, no hay nada imperfecto ni superfluo. En este caso, esa enorme diferencia de aspecto entre aves de la misma especie, es el resultado que millones de años de selección natural han determinado como òptimo, para maximizar sus posibilidades de supervivencia, no como indivíduos y menos aún en el caso de los machos, tan vulnerables como llamativos, sino como especie.
             
               La luz de primera hora de aquella fría mañana de invierno, daba cierta calidez al color de los árboles sin hojas pero cubiertos de líquenes. Y a ese espléndido macho de pato cuchara (Spatula clypeata), lo hacía brillar como a una joya con alas.

Pato cuchara (Spatula clypeata)
Pato cuchara macho (Spatula clypeata) (F:7.1,V:1/2500s,ISO:250

sábado, 8 de febrero de 2020

ADIOS FOTONATURA

                            Después de 20 años siendo el sitio de referencia en fotografía de naturaleza, el pasado 31 de Enero, Fotonatura dejó de existir.
             Cuando la descubrí, aún estaba intentando aclararme en el dilema de qué marca elegir para regresar a la fotografía ya en digital.
             Desde entonces, han sido incontables las horas que como muchos otros aficionados a la fotografía y a la naturaleza, he pasado disfrutando en ella de auténticas maravillas.
             Como si de un ser vivo se tratara, todos vimos  su crecimiento en cuanto a cantidad y calidad de las imágenes que se mostraban en ella. Hasta que hace unos años llegó a alcanzar un cenit que parecía dificilmente superable. Y así fue. Desde entonces, cumpliéndose la ley inexorable de la impermanencia que viene a decir que: "lo que no mejora, empeora", se inició en ella una decadencia, a la que seguramente todos contribuímos, hasta llegar hace unos días, a su total desaparición.
             Como si fuera alguien físico por quien sientes gran afecto, recibir hace unos meses el adelanto de la noticia, fue una mezcla de pena e incredulidad de que algo así realmente fuera a suceder. No sabía como sería exactamente la "muerte" de un ser virtual. Si las imágenes permanecerían en algún limbo, pero accesibles, o todo se extinguiría por completo. Ha sido lo segundo.
             Esto va de fotografía, naturaleza, e impermanencia, por eso no podía dejar de compartir contigo aquí, la captura de pantalla de la que fué la última página de mi galería en ese sitio inolvidable.
             Adiós Fotonatura. (Clik en la imagen para verla más grande).