Esta imagen es un ejemplo de ello. Nieve y sol, son una mezcla que en fotografía casi nunca da buen resultado. La enorme diferencia lumínica entre las sombras oscurísimas y la luz reflejada sobre la superficie blanca, llevan al límite la capacidad de la cámara para captar información en extremos tan opuestos. Esta capacidad del sensor de hacer frente a este reto con más o menos solvencia, es lo que ha dado en llamarse "Rango dinámico".
Después de una gran nevada, varios días de cielo despejado y noches de temperaturas muy por debajo de cero, de esas en las que te preguntas como se las arreglarán los animales para sobrevivir a la intemperie, habían hecho congelarse el agua filtrada entre la roca incluso en lugares tan relativamente abrigados como la entrada de esta cueva.
El contraste entre las sombras del interior y la luz reflejada por la nieve era tan grande, que casi hacía desistir de intentar captarlo, pero había que hacerlo aunque sólo fuera por esos ocres del techo acentuados por la luz cálida reflejada por la hojarasca, aún sabiendo que el resultado sería de esos que te harán pensar cada vez que lo veas, en como pudo haber sido en condiciones de luz menos extremas.
Hielo, cueva y nieve (F18,V1/500,ISO:100) |
¿El resultado?: preciosa!!!
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EliminarMe refería al "resultado", porque quizá a veces, cierto grado de autoexigencia puede centrarte tanto en los detalles, que acabes dejando de disfrutar del resultado general. Intentaré tener eso controlado :).
Gracias por tu comentario, quien quiera que seas.
Muy bonita fotografía Fermín. Puede que la nieve este ligeramente quemada pero conociendo las limitaciones de nuestras retrateras de hoy en día diría que está genial. Una foto canto menos diferentes, con esas peculiares "estalactitas" tan llamativas, Enhorabuena por el resultado del trabajo tan pasional. un saludo
ResponderEliminarGracias Peio.
ResponderEliminarComo bien sabes, por dedicar tu tiempo también apasionadamente a este tipo de fotografía, las condiciones y los sujeto están tan fuera de nuestro control, que casi siempre el resultado se nos antoja mejorable. En el caso de esta imagen, como bien has visto, el problema estuvo en esas luces sin información, pero poco más se podía hacer. En cualquier caso, ojalá, que el "como pudo haber sido", no nos robe la satisfacción por el instante captado, que ese siempre será único e irrepetible.