Eso es así en cualquier época del año, pero en otoño, cuando la luz siempre escasa dentro de él, se vuelve dorada al atravesar las hojas de color ocre, el efecto es casi mágico.
Si a eso se suma la niebla difuminándolo todo y acentuando la atmósfera de intimidad y misterio, el resultado es simplemente; indescriptible. (Clik en la imagen para verla más grande).
Bosque de hayas, otoño y niebla (F:9,V:1/0,8s,ISO:200) |
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