martes, 25 de mayo de 2021

JOVEN GAVIOTA SOMBRÍA

                              En la mayor parte de las especies de aves hay mucha diferencia entre el color de su plumaje en sus primeros años de vida y el definitivo que tendrán cuando sean adultas.

               Esta clara diferenciación, serviría entre otras cosas, para que los individuos adultos de su especie no las vieran como competencia intrusa prioritaria en su territorio. Lo que les haría un poco menos difícil la supervivencia en la etapa inicial de sus vidas.

               En las gaviotas, como el de esta Gaviota sombría (Larus fuscus) pueden pasar tres o cuatro años antes de que el color gris jaspeado de la etapa juvenil, alcance progresivamente el blanco puro definitivo. (Cik en la imagen para verla más grande).

Gaviota sombría joven (Larus fuscus)(F:7.1,V:1/1000s,ISO:200)

lunes, 17 de mayo de 2021

EL PAISAJE MÁS EFÍMERO

                                Creo que en fotografía de naturaleza, no están lo bastante consideradas las imágenes que sólo muestran el cielo sin ninguna referencia terrestre. Quizá sea así, porque la mente necesite algo sólido o líquido a lo que asirse, que le dé un poco más de certidumbre que lo simplemente etéreo.

                   Es bastante paradójico que siendo muy reacio a los cambios, me gusten tanto esos mundos que empiezan donde acaba el horizonte sólido. Tan efímeros, que cambian a cada instante. Pero que no por intangibles dejan de ser paisajes grandiosos e irrepetibles. Y que en términos absolutos de tiempo, son sólo un poco más impermanentes que las montañas, las estrellas o las galaxias.

                    Después de mucho calor, ese día sólo podía acabar así. Cuando ese extraño silencio que precede a las grandes tormentas se adueñó del bosque, busqué un lugar prominente junto a una cuevecilla, desde el que contemplar y fotografiar uno de los mayores espectáculos que se dan en este planeta: rayos, truenos, olor a geosmina (Streptomyces coelicolor), nubes oscuras grandes como montañas sitiando al azul hasta hacerlo desaparecer. Y entonces  todo se volvió de un profundo gris.

                  Pero unos segundos después y, justo antes de que empezara el diluvio, como formando parte de una escenografía perfectamente premeditada, un resquicio de luz que duró un instante, fue como el recordatorio de que por oscuras que fueran las nubes, por encima de ellas siempre sigue brillando el sol. (Clik en la imagen para verla más grande). Parte de: https://vimeo.com/489030942   

Cielo de tormenta (F:10,V:1/200s,ISO:100)

miércoles, 12 de mayo de 2021

FRITILLARIA Y LILIOCERIS

                                 Una vida no da para todo. Es imposible al mismo tiempo sorber y soplar, o estar a Rolex y a setas. Más aún es así, si piensas que la diversificación es poco menos que sinónimo de mediocridad.  Por eso doy por bien empleada la ingente cantidad de tiempo que he dedicado a observar aves.

           Mi fascinación en concreto por las aves rapaces, siempre me tuvo ocupado observando el cielo para intentar descubrir en él sus casi siempre minúsculas por lejanas siluetas. No fue hasta bastante tarde, que empecé a prestar más atención a la infinidad de plantas y seres pequeños que poblaban el suelo. Entonces supe todo lo que me había estado perdiendo.

           Aún recuerdo la primera vez que encontré una Fritillaria. Sola en mitad de un claro del bosque encharcado por las abundantes lluvias de aquellos días de primavera. Me pareció tan bonita y exótica, con el tallo delgado y esa campana púrpura en su extremo. Y escondidos en su interior unos estambres, no al alcance de cualquier insecto, sino aparentemente reservados para alguno quizá nocturno, especializado en ellos. 

           Este día, cuando encontré un pequeño grupo de estas flores y, pululando sobre ellas a unos pequeños escarabajos de color rojo brillante, en un primer momento creí que había dado con sus especializados polinizadores. 

           Una observación más detenida y cercana me hizo ver que esta relación de planta-insecto no era de ese tipo. Los escarabajos recorrían los tallos, alimentándose únicamente de los ápices de las hojas. Y cuando terminaban en una, volaban hasta la siguiente.

           Cuando busqué información, supe el nombre de este escarabajo: Lilioceris lilli, que como indica su nombre científico de forma casi reiterativa, se alimenta de las hojas de estas y otras plantas liliáceas. (Clik en la imagen para verla más grande).

Fritillaria nervosa y Lilioceris lilli (F:11,V:1/10s,ISO:400)

lunes, 3 de mayo de 2021

El DORADO

                                  No sabría decir exactamente porqué son los meses de otoño los que más me gustan del año.  

                    Más allá de lo fotogénico que pueda ser ese momento por los colores que cubren el bosque. Y lo agradable de las temperaturas en medio de los extremos del verano y el invierno. Quizá sea, por lo que ese tiempo tiene de conclusión, adormecimiento y epílogo. 

          Si, son tristes, pero hay tanta belleza en las despedidas.

          Ese día, la efímera variedad de tonos amarillos, ocres y dorados, hacía relucir al bosque como el tesoro de valor incalculable que es.  (Clik en la imagen para verla más grande) . Parte de                     de: https://vimeo.com/489030942 

Bosque y otoño (F:11,V1/125s,ISO:100)