lunes, 14 de marzo de 2022

PATO MANDARÍN

                                      Independientemente de que coincida o no con  las preferencias estéticas de cada uno, es asombroso el grado de creatividad que llega a alcanzar la naturaleza en el modelado a lo largo de miles de años, de la anatomía de los seres que produce.

                   Casi siempre estas características morfológicas están directamente relacionadas con la supervivencia. Pero hay algunas especies, sobre todo de insectos y aves, en los que la evolución natural como queriendo demostrarse a sí misma de lo que es capaz, crea seres tan "recargados" en su forma y colorido, que va más allá de lo estrictamente necesario para la supervivencia.

                   El macho del pato mandarín (Aix galericulata) con una forma y color casi estridentes, es un ejemplo de eso.

                   Este es un pato forestal originario del continente asiático, donde su población está en grave declive. En Europa, en el Reino Unido, se ha formado alguna pequeña población de ejemplares asilvestrados, escapados de colecciones privadas.

                   Alguno de estos pequeños grupos migran en invierno hacia el sur, pudiendo llegar hasta el norte de la península, pasando a veces semanas en charcas rodeadas de bosque, o incluso en estanques urbanos, donde se hace evidente su procedencia silvestre, mostrándose siempre alerta y desconfiados, sin mezclarse con otras especies de patos. (Clik en la imagen para verla más grande)

Pato mandarín macho (Aix galericulata) (F:7.1,V:1/6s,ISO:200)

2 comentarios:

  1. Cómo me acuerdo todavía de mi primer pato mandarín. Fue en la charca de un pueblo zaragozano al que dieron un premio de Medio Ambiente por ese logro tan espectacular. Había gran variedad de especies y me quedé prendado cuando lo vi. Era menudo pero de una belleza polícroma espectacular. Le llevaba comida pero, había ansares que se acercaban y te la cogían de la mano (incluídos los dedos que la sujetaban). Esos picos aserrados, al final dejaban la mano escocida. En fin, me costaba, pero, me las arreglaba para que el privilegiado mandarín tuviera su ración.
    Has destacado, de modo magistral, toda la esencia de sus colores.
    Saludos.

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  2. Da mucha satisfacción cuando como en eso que cuentas, se puede ayudar a especies salvajes a sobrellevar lo más difícil de la prueba de supervivencia que para ellos suponen los meses de frío y escasez de alimento.
    Sobre el colorido del pato mandarín, lo cierto es que para mi gusto era un poco estridente. Y además, sus tonos de color me parecieron como con una especie de dominante magenta. Quizá sea por eso, que la gente tiende a abusar en sus fotos de la saturación de color, que hace que parezcan de plástico.
    Saludos Javier.

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