jueves, 18 de septiembre de 2014

EL EXPLORADOR PERDIDO

                       Casi todas las especies de roedores son animales muy prolíficos. En el tiempo en que la  comida es abundante, las nidadas se suceden a intervalos tan cortos que obliga a la casi prematura emancipación de las crías de la nidada anterior cuando a penas pueden valerse por sí mismas.
        Este pequeño ratón de campo (Apodemus sylvaticus), había acabado adentrándose en una zona desprovista de vegetación, a bastantes metros de cualquier lugar en el que poder esconderse.
        Así, en pleno día, expuesto a la acción de la multitud de predadores que se alimentan de estos pequeños mamíferos, era la viva imagen de la indefensión.
        La naturaleza tiene sus propios "mecanismos" (que como mejor funcionan es sin intervención humana), en los que unos mueren para que otros puedan sobrevivir, pero creo que si tuve que encontrarlo, por algo sería y no pude marcharme dejándolo allí, así que lo llevé hasta el bosque más cercano y fue el mejor momento de ese día, verlo desaparecer entre la hojarasca.
   
Ratón de campo (Apodemus sylvaticus)
Ratón de campo (Apodemus sylvaticus) (F:10,V: 1/250, ISO:200)

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