La sola antigüedad de su estirpe botánica ya los hace unos seres interesantes. Pero a mi me parece que lo son por mucha cosas más. Incluso por esa manera de nacer que tienen en espirales o retorcidos adoptando extrañas formas.
Encontré este helecho común (Pteridium aquilinum) sólo unos pocos centímetros después de que su tallo que puede alcanzar más de un metro de altura, empezara a alzarse sobre la tierra rojiza de la que había surgido quizá sólo un día antes.
Serán cosas mías, pero nada más verlo, me vino a la mente esa representación que ilustraba los viejos textos de religión.
Habrá quien piense, que es esta una visión de un elemento natural bastante contaminada de antropocentrismo, o peor aún, de un subconsciente estigma clerical, ( Dios no lo quiera :) ) .
Visto de otra manera, tal vez sea la consecuencia de reconocer la misma esencia sagrada que hay en lo humano, en todos los demás seres.
Helecho naciente (Pteridium aquilinum) (F:5, V:1/160, ISO: 200) |
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