Desde ese momento durante muchos años, hasta que el bosque consiga regresar a la zona devastada reclamando poco a poco el espacio que le pertenece, cada primavera, durante unas semanas, estos lugares desarbolados se verán adornados con la elegancia de estos largos tallos de más de un metro de altura cubiertos de flores blancas.
Por las características de su estructura, se hacen muy evidentes en ellos, las distintas fases en la vida de una flor ; las marchitas que ya han muerto, las recién florecidas que están en su plenitud. Y por encima de ellas, las que aún esperan su momento para florecer. En conjunto son, como una alegoría de lo efímero de toda existencia. (Clik en la imagen para verla más grande)
Asphodelus cerasiferus (F:3.2,V:!/640s,ISO:100) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario