No sabía muy bien qué título ponerle, porque todo lo que se me ocurre sobre ellos seguro que resulta demasiado superlativo.
Escribiendo ese, me vino a la memoria que es el mismo sobrenombre que le pusieron al atleta estadounidense Frederick Carlton Lewis -"Carl" Lewis.
Aún reconociendo las portentosas cualidades del que fué un superclase y en mi opinión el mejor velocista de todos los tiempos. En cuanto a su parentesco con el viento, como mucho, sería... el sobrino.
Los verdaderos hijos del viento, hace millones de años modificaron sus escamas reptilianas de dinosaurios hasta convertirlas en plumas y ahora, viven en él.
Casi siempre inaccesible y lejanos, a cientos o miles de metros sobre el suelo, son raras las ocasiones como esta en las que se puede observar el vuelo de uno de estos majestuosos seres así, a su altura y, tan cerca, que incluso era audible el leve silbido que producían sus enormes alas inmóviles deslizándose contra el viento. (Clik en la imagen para verla más grande).
Buitre leonado (Gyps fulvus) en vuelo (F:7.1,V:1/1000s,ISO:200) |
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