jueves, 22 de enero de 2015

SUPER - VIVIENTE

                                En estos días en los que el frío y la lluvia arrecian,  pocas veces pensamos, desde nuestras más o menos cálidas madrigueras calefactadas, en como se las estarán arreglando para sobrevivir los otros animales en la naturaleza.
           Seguramente, muchas personas que no frecuentan entornos naturales y desconocen casi todo lo que en ellos sucede, preferirán creer, que como han visto en las películas de Walt disney, en días así los animales tienen a su disposición cálidos nidos y acogedoras cuevas, donde esperan plácidamente a que la climatología mejore.
           La vida real, es muy distinta. La mayoría de animales, soportan las inclemencias más extremas, sin el más mínimo refugio, los mamíferos acurrucados sobre la tierra y las aves posadas en las ramas, sin nada que les proteja de la lluvia o la nieve que caen sobre ellos.
          Cuando en la ciudad la temperatura es por ejemplo de -5ºC, en el monte, fácilmente puede ser de -10. Si a nosotros, expuestos a eso unos minutos y abrigados con ropa de última tecnología, nos parece que hace frío, cuesta imaginar como ellos pueden soportarlo, sin tregua, día y noche, mojados y a medio comer.
           Habrá quien diga, que los animales no sufren, porque han evolucionado para soportar eso.
           Creo que si lo consiguen, es entre otras cosas, porque no interviene tanto en ellos el factor psicológico que amplifique en sus mentes ese estado de penuria y sufrimiento, pero estoy seguro de que sufren y mucho, ya que el pelo o la pluma que cubre sus cuerpos, no han evolucionado para el lujo que supone el confort, sino para la "simple" supervivencia.
            Esta imagen está tomada a principio de primavera y sirve bien para ilustrar lo anterior. Esta hembra de corzo así de escuálida después de haber superado meses de frío y escasez de alimento, mostraba el inicio del cambio del pelo de invierno por otro más corto y menos aislante. En la base del cuello se puede apreciar cual es el grosor (5-6 cm) de la capa de pelo que había separado su cuerpo, de la lluvia, la nieve y las temperaturas bajo cero durante el invierno.
                A mi, me sigue asombrando que equipados únicamente con eso, consigan sobrevivir. Y cualquier proeza física humana comparada con esto, puede llegar a parecer ridícula.
                   
Hembra de corzo
Hembra de corzo (Capreolus capreolus) (F:7,1,V:1/100,ISO:200)
         

7 comentarios:

  1. Una verdadera proeza, sobrevivir a los duros inviernos muchas veces con capas de nieve considerables que dificultan increíblemente la obtención de alimento y por tanto de energía.
    Recuerdo una nevada hace tres años que en el monte duró varios días y la capa se acercaba más a la rodilla que al tobillo en los puntos más bajos de la montaña. Un compañero y yo nos topamos con una cierva que estaba tumbada y para nuestro asombró no se alarmó al vernos. Al acercarnos a ella descubrimos que algo no iba bien pues no se levantó y nos permitió hasta acariciarla. Estaba tan débil que cuando intentamos levantarla para llevarla al pueblo y allí poder alimentarla y cuidarla hasta que se recuperase, a penas pudimos, literalmente, arrastrarla 10 metros, pues era incapaz de moverse sin caer. Finalmente, nos vimos obligados a dejarla allí y días después en el mismo lugar se hallaba el cuerpo, imagino que al menos sacaría de un apuro a algú zorrillo o jabalí... pero esta triste historia es reflejo de la dureza de la vida que llevan éstos luchadores. Me alegro de que la corza corriera mejor suerte. Un saludo y bonito testimonio.

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  2. Una triste historia esa de la cierva. Puedo imaginar la pena y la impotencia que sentísteis intentando salvarla sin poder conseguirlo. Gracias por compartirlo. Un saludo Peio.

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  3. Decirte Fermín, que como siempre, tanto tus fotos como los textos con los que las acompañas, son para mi, sublimes.
    Felicitarte por tu trabajo y agradecerte que lo compartas con todos los que como yo, cada cierto tiempo, sentimos la necesidad de entrar en tu blog para disfrutar con ellos.
    Un abrazo

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  4. Totalmente en sintonía con tu forma de ver las cosas. Ayer mismo casualmente me vinieron a la cabeza los mismos pensamientos mientras recorría el bosque de Armentia y observaba algún ave. Paisaje totalmente nevado, sin alimento ni refugio disponible a la vista.
    Gracias Titón por acercarnos esta visión de la naturaleza.
    Un saludo, Oscar.

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  5. Me alegra comprobar que hay personas capaces de empatizar con otros seres más allá de nuestra especie. Muchas gracias Oscar por tu visita y tu participación. Un saludo.

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  6. Pues si, muy dura y quizás los forestales al igual que a los pájaros les ponen casetas y a veces hasta alimentos, podría distribuir cierta comida que para ellos podría ser una ayuda tales como manzanas, furtos secos entre otros. Pero no tan sólo piensan en darles caza cuando llega el momento. Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Un corzo salvaje jamás se metería en una caseta y en el monte salvo condiciones excepcionales se las arreglan para encontrar hierba y yemas de ramas de las que se alimentan. Bastaría con dejarles en paz.
      En lo más crudo del invierno, cada jornada de caza, estos animales se pasan días enteros huyendo de los perros en las batidas al jabalí. En ellas, muchos son cazados ilegalmente. Para otros, el estrés, el cansancio y la merma de sus reservas que eso supone, les hace más difícil llegar a la primavera.
      Gracias Mónica por tu visita y tu comentario.
      Un abrazo.

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