miércoles, 1 de abril de 2015

EL GRITO DE LA ORQUÍDEA

                 La eliminación de su hábitat, es la principal causa de regresión y extinción de las especies a nivel global.
         Cada año en todo el planeta más y más espacio es ROBADO a la naturaleza para ser urbanizado o dedicado a una producción agrícola y ganadera localmente excesiva en todos sus aspectos.
        Al mismo tiempo cada año, en los países desarrollados millones de toneladas de excedentes de estos alimentos producidos a un alto precio económico y sobre todo ecológico, son destruidos atendiendo únicamente al interés de los mercados que rigen el mundo y eso sucede mientras la quinta parte de la humanidad pasa hambre. Un síntoma más del despropósito generalizado en  que nos hayamos inmersos.
        De su más conocido cuadro "El grito", Edvard Munch dijo más o menos, que:  " fue inspirado al ver una extraña puesta de sol, en  la que el cielo parecía teñido de sangre y fuego, entonces sintió como un grito que atravesaba toda la naturaleza".
        Mientras fotografiaba esta orquídea silvestre, esa flor abierta, me recordaba mucho a la imagen del protagonista del cuadro del pintor noruego.
        Ya puestos, el "grito" de esta orquídea, me sugiere la expresión del sentimiento de horror de la naturaleza, por el enorme daño que el  mono evolucionado... (hacia la locura) que somos, se está infligiendo a sí mismo y al resto de seres de este planeta.

Orquídea silvestre (F:5,6,V:1/200,ISO:100)

2 comentarios:

  1. Descubrí tu foto en FN y me ví obligado a visitar tu blog. Excelente la orquídea y el comentario, con el que estoy totalmente de acuerdo. En esta entrada y en otras se advierte cierto pesimismo extensible a todos los que amamos lo "silvestre". En la comparación de las imágenes de lugares que frecuentamos guardadas en nuestra memoria con lo que vemos ahora de esos mismos lugares lo más frecuente es que el resultado sea un empate, pero sí es verdad que existen demasiadas ocasiones en las que el presente sale claramente perjudicado. En cualquier caso terminaré diciendo que un campo cercano a casa, antaño anodino y no sé a qué destinado, se transformó la primavera pasada en un hermoso prado lleno de flores, obligándome a emplear varios días en la contemplación y disfrute del milagro. Todo un canto de esperanza que me animó a seguir caminando. Tal vez, no todo esté perdido... aún. Un cordial saludo.

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  2. Hola Luis.
    Si, esperanzador lo que cuentas de la transformación en positivo de ese campo junto a tu casa. Alegrémonos de que, si dispone de algún tiempo, lo silvestre consigue sobreponerse a nuestro maltrato.
    Gracias por tu visita y tu aportación. Un cordial saludo !!.

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