Los machos, después del período de celo en verano, vuelven a su vida solitaria, resultando mucho más precavidos y difíciles de observar.
En primavera con el aumento de las temperaturas, los corzos cambian el pelo grisáceo, hueco y extremadamente aislante del invierno, por otro más ligero de color rojizo.
Con la luz filtrándose lateralmente entre la vegetación a última hora de una tarde de Abril, encontré a estos dos en un claro del bosque.
Familia de corzos (F:7,1,V:1/160,ISO:400) |
Titón me enamoran tus fotos y la forma que tienes de vivir la naturaleza. Tus palabras estan llenas de sabiduria ancestral.
ResponderEliminarHola Lara.
ResponderEliminarDoy por bien empleado el tiempo que dedico a este blog si sirve para despertar en alguien interés,respeto o afecto por todos estos seres. Si lo que ves o lees aquí a ti además te inspira amor por ellos, no cabría esperar nada mejor.
Gracias por tu visita y tu comentario. Y mis mejores deseos para ese proyecto tuyo que pronto verá la luz.
Comparto opinión con Lara, el amor y el respeto que sientes por la frágil naturaleza podría decir que es incluso admirable. Una pena que mucha gente ignore todo esto, y muestre esa dañina "indiferencia" hacía nuestro bien más preciado. Un saludo y gracias por mostrarnos tus fotos e ideas.
ResponderEliminarSi, es una lástima lo poco importante que es todo esto para la gran mayoría, pero como para amar y respetar algo hay que conocerlo, aquí estamos, haciendo lo posible para que la empatía se produzca. Un saludo Peio y gracias por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminar