jueves, 6 de agosto de 2015

EL CARACTER DEL BOSQUE

                             No recuerdo cuando fue la primera vez que lo vi, pero sé que fue hace mucho tiempo y creo  que ya entonces había empezado su declive.
               Han pasado los años, seguramente décadas y cada vez que vuelvo a ese lugar en lo más profundo del viejo bosque, voy preparado para verlo caído y fundiéndose ya con la tierra de la que un día surgió.
               Siempre me sorprende encontrarlo aún en pié y más sabiendo que los de su especie, una vez la sabia deja de recorrer su tronco, tardan muy pocos años en desplomarse.
               Su superficie, cientos de veces perforada por insectos y pájaros carpinteros en busca de ellos, resulta ahora casi tan frágil como el cartón y en algunos puntos deja entrever  por los agujeros su núcleo;  una delgada pero durísima estructura interna saturada de resina, sólo presente en algunos ejemplares, que resulta incomestible para los organismos que se alimentan de madera y que como si fuera su esqueleto, aún lo mantiene erguido.
              Allí, en el silencio de aquel lugar perdido, rodeado como estaba por árboles imponentes, me pareció que ninguno merecía la foto tanto como este, porque su solitaria y estoica presencia, impregnaba de carácter a todo el resto del bosque.

Viejo tronco muerto (F: 7,1, V:1/60, ISO: 100)

2 comentarios:

  1. Tenía razón tu amiga Eva en que merecía la pena mirar tu página . Tu sabiduría , tu filosofía de vida y la calidad de tus imagenes hacen de este blog algo increíble , enhorabuena!

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    1. Eva, por ser mi amiga quizá no es del todo objetiva con esto, seguro que tú lo eres más. Gracias por tu visita y tu comentario. Me alegro de que te guste.

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