En los cortos y fríos días del invierno, cuando las especies de aves migradoras hace tiempo que se marcharon al sur, llevándose con ellas la "banda sonora" del bosque. Este aparece sumido en un silencio y una quietud propios de un lugar deshabitado.
Es entonces, que los pocos pájaros que permanecerán afrontando el mal tiempo en esta latitud, se juntan en grupos en busca de la relativa seguridad que da un mayor número de ojos alerta ante los depredadores.
Pero el pequeño petirrojo prefiere afrontar este tiempo de escasez y peligros en solitario y es muy raro ver uno de ellos en compañía de otro de su especie fuera del período de reproducción.
Siempre me alegra verle aparecer de improviso, en ese entorno que hasta ese momento parecía inanimado, curioseando cualquier irrupción de intrusos en su pequeño territorio forestal.
Este me dio tiempo a hacerle un par de fotos muy cerca mientras observaba atentamente cualquier movimiento entre las hojas caídas. Desde ese posadero saltó al suelo, donde cogió creo que una araña y desapareció de nuevo en la espesura. (Clik en la imagen para verla más grande).
Petirrojo (Erithacus rubecula) (F:7.1,V:1/125s,ISO:250) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario