viernes, 29 de mayo de 2015

EL ALIMOCHE Y LO ETERNO

                       Con aproximadamente 1,60 m. de envergadura, el alimoche, también conocido como buitre egipcio (Neophron percnopterus), es el buitre más pequeño de la fauna Europea. La península Ibérica alberga al 80% de la población de esta especie en nuestro continente.
           A excepción de las poblaciones que habitan las islas de Mallorca y Menorca, es un visitante estival, regresando cada año desde  África donde pasa el invierno al sur del Sahara.
           Esta ave de aspecto singular y contrastado, que poco tiene que ver con el de las otras especies necrófagas, es también la más viajera de todas ellas. En los últimos días de Febrero o primeros de Marzo se les empieza a ver cruzando el estrecho de Gibraltar de regreso a sus territorios de reproducción en las montañas européas.

          Cuando cuentas con la experiencia que dan décadas  dedicadas a  la observación  apasionada de la naturaleza, tienes ya un cierto grado de conocimiento del medio y del comportamiento de las especies. Y si decides dedicar días a esperar la llegada de uno de estos animales, como en este caso en uno de sus posaderos favoritos, es porque sabes que hay posibilidades de conseguir la imagen, pero en la naturaleza nada es del todo previsible y esa certeza se va diluyendo cuando tras varias jornadas una y otra vez regresas de vacío.
           Muchas veces nunca llegas a conseguirlo. Pero otras, cuando estás ya a punto de desistir porque te duele todo después de horas de inmovilidad y empiezas a dudar de si tiene sentido esto de dejar trozos de tu vida mirando el pequeño mundo que abarca el visor de la cámara, a veces, el Universo decide que ya te lo mereces y pone ahí delante de ti uno de estos seres.
           Entonces, la concentración se hace tal, que por un momento la mente se detiene y con ella el tiempo y sucede algo difícil de describir, supongo que también difícil de entender si no se ha experimentado: la dualidad se desvanece porque ya no existe el observador, sólo lo observado, quedando allí en mitad del monte algo así como: la  naturaleza consciente de sí misma por un instante eterno.

Alimoche (Neophron percnopterus)
Alimoche adulto (Neophron percnopterus) (F:7,1,V:1/80,ISO:100)

7 comentarios:

  1. Aupa: es increíble pensar que un ave como ese vuele por nuestros cielos.

    ResponderEliminar
  2. Hola.
    Pues si, aunque es una especie escasa y más después de que hace unos años sufriera una gran regresión por la utilización de veneno en los cotos de caza, poco a poco parece estar recuperándose y puedes observarlo principalmente en zonas de media y alta montaña. Es inconfundible por su plumaje blanco con el borde de las alas negro. A ver si tienes suerte.
    Gracias Maider por tu visita y tu comentario.

    ResponderEliminar
  3. Hola Titón, espectacular foto y conmovedor comentario. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  4. Hola quien seas.
    Si conmover, significa "mover completamente", me doy por muy satisfecho si lo he hecho acercándote a todo esto que tanto admiro. Me alegra saber que lo que aquí muestro y escribo, tiene algún efecto en las personas que lo seguís y le da sentido a todo esto.
    Gracias por tu comentario y por tu visita.

    ResponderEliminar
  5. Preciosa foto. Es uno de los bichos que más ilusión hace volver a ver cuando llegan en primavera. Ellos vuelven a casa y tú, de algún modo, sientes que también lo haces.

    ResponderEliminar
  6. Así es,cada año parecen traer consigo la calidez africana.
    Gracias Fernando por tu visita y tu participación. Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Muy meritorio pillar un ejemplar adulto en su posadero natural sin cebos. Enhorabuena por el trabajo bien realizado

    ResponderEliminar