viernes, 2 de junio de 2017

TENÍA QUE SER ESTE

                     
                        Imposible describir lo que sientes al oir por primera vez esa voz rompiendo el silencio del anochecer en aquella soledad absoluta.
              No hubo ninguna respuesta a su grito, que repitió dos veces más antes desaparecer en la vaguada que se ve detrás. Y ya enseguida se hizo de noche.
             Sabiendo como supe después, que me había equivocado en las fechas y había ido cuando la berrea ya estaba casi terminada, aún valoro más si cabe las dos imágenes conseguidas de mi primer ciervo en libertad. Que sin ser objetivamente ninguna maravilla, subjetivamente, por el significado que tienen para mí, si lo son.
             En cuanto al protagonista, lo valoro igualmente. Seguramente habría por allí ciervos más espectaculares, con sus cuernas perfectas, pero este era el único aún beligerante, incluso después de haberse dejado ya, casi literalmente los cuernos. (Clik en la imagen para verla más grande).

Ciervo macho
Ciervo ibérico  berreando (F:7.1,V:1/30s,ISO:200)

No hay comentarios:

Publicar un comentario