Si el paisaje fotografiado además se encuentra a contraluz, con el sol enfrente, entonces son casi nulas las posibilidades de obtener un buen resultado, porque el contraste así es extremo.
A pesar de la dificultad para obtener buenos resultados, me gusta fotografiar contraluces extremos en los que la luz y la sombra ya no pueden ser más intensos y, la ausencia de información de color entre ellos, lleva las imágenes casi al blanco y negro.
Hacía rato que seguía unas grandes huellas de gato montés, que se adentraban en lo más profundo de un bosque que por momentos se volvía más y más denso e intransitable.
Tan concentrado iba en no perder el rastro, que me olvidé un poco de todo lo que había alrededor, hasta que llegué a este rincón, donde parecían estar condensados toda la belleza y el misterio de un bosque invernal. Y además a contraluz.
Me puse a ello con toda la concentración posible, pero con muy pocas expectativas ante aquellas condiciones de iluminación tan extremas.
Al parecer este día el sensor estaba muy inspirado. Y subexponiendo muchísimo, casi me sorprendió ver que el resultado era más que aceptable.
Con esta imagen, como cada año, y ya van creo que seis, vuelvo a desearte lo mismo de siempre, que creo que es lo mejor que se puede desear : salud y consciencia para ti y los que te rodean.
Y como siempre también, en vista del efecto que tiene sobre el planeta el cumplimiento de nuestros deseos materiales. Que en este año que está a punto de empezar, se cumplan los más inmateriales de los tuyos. (Clik en la imagen para verla más grande).
Bosque nevado a contraluz (F:13,V:1/50s,ISO:100) |
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