domingo, 30 de enero de 2022

REGALO CREPUSCULAR

                                  No recuerdo ningún día que haya pasado en la naturaleza, sin que llegado el momento de regresar, no haya tenido la sensación, de que algún pequeño o gran secreto me hubiera sido revelado. Eso se añade a todo lo demás difícil de expresar, que uno recibe cuando se está allí donde todo es perfecto.

               Eso cualquier día. Pero hay algunos otros como este, en los que por si no fuera suficiente ella te hace un gran regalo de despedida. Y si no estás acostumbrado a esa grandiosidad, puedes acabar boquiabierto y llevándote las manos a la cabeza...(Solo para intelectuales :) ). (Clik en la imagen para verla más grande) (Incluida en: https://vimeo.com/489030942 )

               

Cielo crepuscular (F:7.1,V:1/320s,ISO:200)

viernes, 14 de enero de 2022

PRÍMULA

                                 Próximos aún al solsticio de invierno, parecen lejanos esos días largos en los que por todas partes el bosque parecerá que celebra la llegada de la primavera. 

             Aunque por su nombre las prímulas podrían parecer ser las primeras, hay otras especies más tempranas que florecieron semanas antes que ellas. Pero estas, elevándose del suelo en sus estilizados tallos, con esas flores de amarillo intenso, parece que quisieran emular al sol. (Clik en la imagen para verla más grande)

Primula veris (F:3.5,V:1/640s,ISO:100)

sábado, 8 de enero de 2022

Y VOLVIERON... !!!

                                

                           Hacía más de quince años que una pareja de esta especie de golondrinas: avión común (Delichon urbicum), había construido ese nido y desde entonces varias generaciones (la vida media de estas aves es de unos cinco años) se habían reproducido en él. 

          Ese invierno mientras estaban en África, varios trozos se desprendieron, haciéndolo aparentemente  inservible para volver a ser ocupado.

          Siempre es una incógnita saber si estas pequeñas aves sobrevivirán a la migración desde el golfo de Guinea a más de 4.000 kilómetros atravesando el desierto del Sahara. Pero esta vez a esa duda se unía la de si aunque pudieran regresar a salvo, quizá en lugar de reparar su maltrecho nido, decidirían iniciar la construcción de uno nuevo en otro sitio.

          Las dudas se despejaron aquel día de primavera, cuando al atardecer aparecieron para pasar la  primera noche en las ruinas de su hogar.

         Unos pocos días de continuas idas y venidas acarreando barro en sus picos y, después plumas de otras aves que encuentran flotando en el aire, para tapizar y aislar el interior. Y la reconstrucción estuvo terminada. Y ese año, entre la primavera y el verano consiguieron sacar adelante dos nidadas. 

        Cuando estos animales salvajes deciden elegir una casa humana para instalar la suya propia, no cabe menos que sentirse agradecido y, considerar esa confianza, como un enorme privilegio.

        Podría decir que fue una gran alegría verlas allí otra vez. Pero fue mucho más que eso. Agradecimiento a ellos por volver. Y también a las fuerzas que rigen la naturaleza y el universo -llámalo como quieras- por haber permitido que volvieran. (Clik en la imagen para verla más grande)                 

Aviones comunes(Delichon urbicm)(F:7.1,V:1/125s,ISO:100)