lunes, 31 de julio de 2017

LA MÁQUINA DEL TIEMPO

                               Posiblemente sea cierto eso de que si la mente puede imaginar algo, es porque en algún momento del futuro será posible.
                Pero de aquí hasta que los viajes en el tiempo sean realidad, lo más parecido a eso que tenemos, es esto: la posibilidad de captar la imagen de un instante presente manteniéndolo inalterado,  para con ayuda de la memoria, poder viajar a él cada vez que lo miremos desde el futuro.

                El transcurso de los años, basta para que incluso sin intervención humana, un paisaje natural cambie ligera o radicalmente. Y este lo ha hecho.
                Pero cada vez que miro esta foto, consigo trasladarme con facilidad a aquel día del final de un invierno. Y a este lugar que no sabría decir exactamente porqué, para mi, como pocos otros que haya visto, parece contener para siempre en ese contraluz de roca, agua, bosque y musgo, la esencia misma de la naturaleza inalterada. (Clik en la imagen para verla más grande)

Paisaje de rocas, arroyo y bosque a contraluz
Arroyo, rocas y bosque a contraluz (F:10,V:1/80s,ISO:100)

martes, 25 de julio de 2017

ZYGAENA

                                 Así de llamativa y confiada descansaba esta zygaena, segura de la protección que le da su código de coloración de advertencia (aposemática) ante los posibles depredadores.

           Cuando un joven animal inexperto ingiera una de ellas, asociará en su memoria ese código de color con los desagradables efectos que le producirá el ácido cianhídrico (cianuro) que este insecto contiene en todo su cuerpo y a partir de ahí, evitará comerlas. (Clic en la imagen para verla más grande).

Zygaena
Zygaena (F:9,V:1/60,ISO:200)

lunes, 17 de julio de 2017

BUITRE LEONADO

                     Afortunadamente mucho han cambiado las cosas para esta especie en las últimas décadas. En este tiempo y por confluencia de diferentes circunstancias, sus poblaciones poco a poco han ido pasando de una situación preocupante por lo escasos, a en algunas regiones, estar cerca de sus máximos sostenibles.
           Hace años era raro verlos lejos de las zonas montañosas donde se reproducen, porque en ellas, los pocos que había encontraban alimento suficiente.
           Ahora, cuando su recuperación se hace evidente y es un ave relativamente abundante, también han tenido que aumentar en distancia sus largos vuelos de prospección en busca de comida, que dependiendo de la época del año, seguramente pueden llegar a distanciarlos con facilidad  más de 100 kilómetros de las paredes rocosas en las que habitan.

            Por muchas veces que se haya repetido, nunca deja de impresionar su enorme tamaño cuando puedes tener uno posado así a unos pocos metros. (Clik en la imagen para verla más grande).

Buitre leonado
Buitre leonado (Gyps fulvus) (F:7.1,V:1/125,ISO:200)

lunes, 10 de julio de 2017

LA FLOR SIN NOMBRE

                                  La ciencia, como buen exponente que es de la mente humana, en su interés por llegar a conocer, siempre ha tenido un desmedido afán por nombrar, clasificar, dividir y subdividir, en el intento de comprender la naturaleza: Dominio, Reino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género, Especie.
              Creo que incluso más allá de la simple búsqueda del conocimiento, esa compulsiva necesidad de poner nombre, bien podría tratarse de un intento subconsciente, de apoderarse, de ser dueño de aquello que en realidad, en lo profundo de sí, sabe que siempre y cada vez más, por su acelerada y lamentable deriva hacia lo artificial, le va a ser ajeno e incomprensible.

              En los últimos días del verano, encontré esta flor que parecía ávida de la escasa luz que los grandes árboles dejaban pasar hasta el suelo del bosque.

             Al ego, que no es otra cosa que la manifestación más inconsciente de la mente, siempre le satisface creer que sabe, que conoce, en definitiva; que posee.
            Me marché sabiendo, que no tenía ni idea de cual era su familia, género o especie. Ni falta que hacía, me basta con saber, que allí en mitad de las sombras, había una preciosa flor blanca buscando la luz. (Clik en la imagen para verla más grande).

Astrantia major
Astrantia major (F:4,V:1/50s,ISO:200)

martes, 4 de julio de 2017

SELECTIVIDAD

                                  A esa hora en que la actividad de los animales diurnos ya está cesando y buscan un lugar en el que descansar. El "turno de noche", de los de hábitos nocturnos y crepusculares inicia su diaria búsqueda de alimento.
               Este difuso momento de transición entre luz y oscuridad es el preferido por los corzos.
               Por mucho que supuestamente conozcas sus hábitos y querencias, siempre es una lotería ir a intentar fotografiarlos.
               Algunas pocas veces aparecen cuando y por donde estaba previsto. Pero otras, se retrasan en ese estrecho margen de minutos en el que la luz rápidamente se va extinguiendo y cuando salen del bosque ya no hay suficiente para fotografiarlos.
               Las más de las veces, un ligero movimiento del aire en la dirección inadecuada, basta para que ni siquiera llegues a verlos.
               Esta hembra apareció muy tarde, pero aún hubo luz suficiente.

               Siempre me resulta curioso ver comer a estos animales. A diferencia de otros herbívoros que como un cortacesped consumen indiscriminadamente la vegetación que encuentran a su paso, los corzos son extremadamente selectivos en su alimentación, escogiendo meticulosamente de una en una cada hoja de hierba. (Clik en la imagen para verla más grande).

Hembra de corzo comiendo
Corza comiendo (F:7.1,V:1/30s,ISO:400)