domingo, 31 de marzo de 2019

GÁRGOLA

                  Este pequeño sapo común, recién nacido después de una tormenta. Totalmente inmóvil en esa hoja intentando pasar desapercibido, tenía aspecto casi mineral, como el de una gárgola gótica esculpida en piedra. (Clik en la imagen para verla más grande).

Sapo común (Bufo bufo)
Sapo común (Bufo bufo) (F:11,V:1/125s,ISO:100)

martes, 26 de marzo de 2019

RECUERDOS DE INVIERNO

                Un año más el invierno casi parece no haber existido. No está mal tener una foto de su cara. Así si le da por volver, será más fácil reconocerlo. (Clik en la imagen para verla más grande).

Carámbanos (F:8,V:2,5s,ISO:100)

martes, 19 de marzo de 2019

LOBITO AGRESTE

                         Es esta una mariposa de color, forma y comportamiento muy poco llamativos. De una  belleza tan discreta y sutil, que en mi opinión incluso se ve realzada por esa austeridad.
              Si su nombre común es extrañamente sugerente, lo fué  más si cabe cuando supe cual era su nombre científico: Pyronia tithonus. Pyronia de fuego y, tithonus por Titono o Titón, personaje de la mitología griega hijo de Laomedonte y esposo de Eos, la aurora.

              Acababa de fotografiar otras mariposas mucho más llamativas por sus formas y colores, pero conseguir fotografiar esta tan de cerca, fue el mejor final para aquella tarde de verano. (Clik en la imagen para verla más grande)

Lobito agreste (Pyronia tithonus)
Lobito agreste (Pyronia tithonus) (F:7,V:1/640s,ISO:200)

viernes, 8 de marzo de 2019

EL CIERVO IMPOSIBLE_2

                             En una entrada anterior, contaba lo sorprendente que fué para mi constatar la presencia de un ciervo en aquel lugar inesperado. Y lo difícil que resultó en una zona de bosque tan cerrado, conseguir fotografiarlo : https://fermincastellano.blogspot.com/2018/11/ciervo-iberico-cervus-elaphus.html  .
             Conocía, por mucho indicios, su querencia por aquel pequeño claro cubierto de helechos, pero también había comprobado lo precavido y desconfiado que era antes de decidirse a salir a él, incluso al abrigo de la penumbra poco antes de anochecer.
              Pero aún así y sabiendo lo escasas que eran las posibilidades de conseguirlo, unos días después de aquel fugaz encuentro, volví a intentarlo.

              Esta vez para esconderme, elegí una vieja haya trasmocha medio seca entre los altos helechos del claro, a pocos metros del borde del bosque, por donde quizá saldría el ciervo. La posición elevada, a unos dos metros sobre el suelo, además me permitía quedar por encima de los altos helechos.

              La espera fué casi anormalmente relajada, con la tranquilidad de quien sabe que las posibilidades de que el animal aparezca son mínimas.

              Por momentos la luz se iba haciendo más y más escasa. Diez minutos más, y ya no habría suficiente, lo que me permitiría terminar con aquella incómoda postura sobre las gruesas ramas del árbol.

              Unos gritos de arrendajo precedieron su aparición. Cuando ya parecía imposible, allí estaba de nuevo, muy cerca esta vez. Caminando lenta y majestuosamente sin el más mínimo ruido, hasta el  borde del claro, donde permaneció un rato parado mirando en todas direcciones antes de decidirse a abandonar la protección del bosque. (Clik en la imagen para verla más grande).

Ciervo ibérico (Cervus elaphus)
Ciervo ibérico al borde del hayedo (F:7.1, V:1/15s, ISO:200)