Si cada vez es más difícil encontrar en la naturaleza rincones en los que imaginar como era el mundo antes de que la especie humana pusiera su mano sobre él. Es en el subsuelo donde uno puede llegar a tener más claramente la sensación de estar ante lo verdaderamente inexplorado.
En la mayoría de especies de mariposas, su vida es incompatible con el invierno y mueren con la llegada del frío. La nueva generación que aparecerá en primavera, ha pasado los meses de climatología más adversa en forma de huevo o crisálida.
No son muchos los animales que pueden encontrarse en la oscuridad y humedad permanentes del inframundo en el interior de la tierra, pero especies como la mariposa nocturna Triphosa dubitata, han encontrado en lo profundo de las cavernas unas condiciones lo bastante estables, no sólo para sobrevivir hasta la llegada del buen tiempo, sino para hacer de ellas su hogar permanente.
La parafernalia fotográfica es un lastre poco recomendable en la exploración de cuevas. Por su fragilidad en un entorno pétreo en el que muchas veces hay que pasar por lugares muy estrechos. Y más aún, porque su uso puede distraer de la concentración necesaria para recordar el camino de salida en el laberinto de pasadizos. Por eso el primer día fui sin nada. Pero había que volver para hacer inmortales a aquellas habitantes de la noche perpetua. (Clik en la imagen para verla más grande).
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| Mariposas de las cavernas (Triphosa dubitata)(F:10,V:1/125s,ISO:100) |
