lunes, 29 de julio de 2019

FORMAS DE GRATITUD

                               
                                  De muchas formas diferentes. Unas veces permitiéndome descubrir alguno de sus secretos. Otras, como contrapunto imprescindible de silencio y quietud desde el que ahondar en la búsqueda de lo realmente importante. Y siempre, siendo en su absoluta perfección tanto el paradigma, como la flecha indicadora en el largo camino de retorno a "casa". Desde que tengo recuerdo, no ha habido ni un sólo día de los muchos que he pasado en la naturaleza, sin la sensación de que, como en agradecimiento al interés, esfuerzo y dedicación, ella me estaba haciendo un gran regalo.
           ¿Imposible algo así fuera de ella?. Quizá no; diario, precioso, intangible y efímero.

         
                              Rodeada por el desorden vegetativo propio del suelo del bosque en los largos días del verano. Esta rara y delicada orquídea (Cephalanthera rubra), en un entorno confuso y abstracto, emergía así de precisa, elegante y discreta. Como si en su ineludible propósito vertical, jamás pudiera ser alcanzada por el caos. (Clik en la imagen para verla más grande).

Orquídea silvestre Cephalanthera rubra
Cephalanthera rubra (F:2.8,V:1/125s,ISO:200)

martes, 23 de julio de 2019

ESCARABAJO LONGICORNIO

                                No hay nada en la naturaleza que no me parezca asombroso. Y si és así en lo grande, tanto o más lo és en lo pequeño.
                  Una de las más extensas familias de coleópteros es la de los Cerambícidos, cuyas larvas generalmente se alimentan de madera y que en estado adulto, se caracterizan por ser escarabajos con largas antenas.
                  Cada vez que yendo a observar o fotografiar otras cosas, me he encontrado con alguno de estos insectos, ya sé que el plan más o menos definido que pudiera tener ese día, se va a ver alterado por la pérdida de la noción del tiempo que siempre me produce la contemplación minuciosa de uno de estos seres increíbles. Más aún, si se trata de una especie para mí desconocida com esta.
                 Había encontrado antes, otros escarabajos longicornios, pero en este, la desproporción entre el pequeño tamaño de su cuerpo y la enorme longitud de sus antenas, era la más grande que haya visto (Acanthocinus aedilis). Hasta el punto que parecía incompatible con su capacidad de volar. (Clik en la imagen para verla más grande).
             
Escarabajo longicornio (Acanthocinus aedilis) (F:8,V:1/100s,ISO:200)

lunes, 15 de julio de 2019

EL PEQUEÑO TIGRE

                             Muchas veces, se encuentran referencias al tigre como "el gran gato".
             Y es cierto, que a pesar de la gran diferencia de tamaño entre las más pequeñas y las más grandes de las 38 especies que componen la familia de los félidos, se mantienen en todas ellas de forma bastante consistente unos rasgos anatómicos muy similares. Por eso cuando observas la actitud y los movimientos de un gato doméstico, es casi como estar viendo un tigre en miniatura.
             Las similitudes son si cabe aún más evidentes, cuando tienes la suerte de poder observar  en la naturaleza a otra especie de felino libre de manipulación genética y selección artificial, como el gato montés (Felis silvestris).
           
             Las insistentes llamadas de alarma de una pareja de tarabillas, cuyas crías recién salidas del nido estaban posadas en un espino albar junto a un sendero al borde del bosque, delataron a este "pequeño tigre". Que aunque de hábitos casi siempre nocturnos, esta vez,  había abandonado su refugio forestal para en pleno día, ir a la caza de ratones y pequeñas aves.
            Aunque no parecían muchas las posibilidades de culminar un buen acercamiento, no podía dejar de intentarlo. El universo decidió que sí lo merecía y, aunque con una luz muy poco apropiada por lo excesiva, aquí está una de  las dos imágenes que pude conseguir de él. (Clik en la imagen para verla más grande).

Gato montés (Felis silvestris) (F:7.1,V:1/200s,ISO:100)

lunes, 8 de julio de 2019

EL PRÍNCIPE DEL HUERTO

                                         De las muchas catástrofes que la especie humana está provocando en todo el planeta y ni siquiera por maldad, sino por pura inconsciencia.  La de la alarmante regresión hasta la casi extinción de los anfibios, quizá sea una de las más desapercibidas, silenciosas y dramáticas.
                  Las especiales características de estos animales, con pieles muy permeables, les hacen especialmente vulnerables a los efectos de las sustancias tóxicas contenidas en el aire y el agua, por lo que en un planeta cada vez más contaminado, parece no haber sitio para ellos.
                  Los hábitos discretos y casi siempre nocturnos de muchos de estos animales, han hecho que no sea tan evidente hasta qué punto ya son escasos. Pero quienes por ejemplo transiten por carreteras rurales, pueden recordar las masacres de sapos atropellados por los coches que se producían cada verano hasta hace unos pocos años.
                 Hoy la triste imagen de multitud de estos anfibios aplastados sobre el asfalto, forma parte del recuerdo. Pero por algo más triste aún; y es porque los sapos casi han desaparecido.

                 Cuando la prolongada ausencia de lluvia y las altas temperaturas resecan el monte, los sapos, cada vez más escasos, descienden hacia el fondo de los valles en busca de la humedad que necesitan. Ahí, a veces se instalan en los huertos próximos a los pueblos, donde serán grandes aliados del horticultor, alimentándose durante la noche de toda clase de pequeños animales perjudiciales para los cultivos. A condición de que estos estén libres de pesticidas, de lo contrario, ellos serán una víctima más, al alimentarse de los insectos que han sido envenenados.
 
                Cada verano; cuando parece que ese va a ser el primero sin el privilegio de tener un sapo en el huerto, alguno acaba apareciendo. Ya no tres o cuatro como hace años. Pero aunque sea uno sólo, encontrarlo siempre es la misma sorpresa y alegría . (Clik en la imagen para verla más grande).
                           
Sapo común (Bufo bufo)
Sapo común (Bufo bufo)(F:3.5,V:1/250s, ISO:400)

martes, 2 de julio de 2019

INICIACIÓN A LA SUPERVIVENCIA

                          Por muy poderosas e invulnerables que puedan parecer las aves rapaces, cuando se conoce bien su biología, se sabe que contrariamente a la imagen que se tiene de ellas como poderosas, infalibles y casi tiránicas dominadoras de los entornos en que habitan. En realidad se trata de animales cuya existencia pende de un hilo tan fino como lo es la delgada frontera que separa el "ser o no ser" cada día, un poco más rápidos y hábiles que los animales de los que se alimentan, pues en ello les va la vida.
           Si se suma la sucesión de unos cuantos intentos fallidos, a una climatología adversa, cualquiera de estos imponentes animales, entrará en una rápida espiral de debilitamiento que en pocos días acabará con ellos. Pasando a formar parte de esa estadística que demuestra que sólo uno de cada cuatro de estos animales que nacen cada año, vivirá para ver la siguiente primavera.
           Hace tiempo expliqué esto mismo con más detalle aquí: https://fermincastellano.blogspot.com/2014/11/rapaces-existencia-precaria-inanicion-hipotermia-muerte.html

       
            En un día de otoño, este ratonero cuyo plumaje de tonos ocres indicaba que era de los nacidos cinco meses antes, ya demostraba la habilidad suficiente como para probar una de las principales técnicas de caza de su especie, utilizando el fuerte viento en contra, para mantenerse inmóvil suspendido en el aire, mientras escrutaba el suelo bajo él. (Clik en la imagen para verla más grande).

Ratonero joven en vuelo
Ratonero (Buteo buteo) (F:7.1, V:1/1250,ISO:200)