viernes, 28 de marzo de 2014

IMPERMANENCIA RELATIVA

                             Casi siempre se me hace tarde cuando se trata de regresar del monte. Pero aunque intentes apurar lo más posible, el frío y la oscuridad acaban poniendo las cosas en su sitio.
             Entonces  no queda más que resignarse a que el tuyo por más que te empeñes, está en otro entorno más adecuado a la incapacidad adquirida para sobrevivir en la naturaleza que padecemos desde que allá por el neolítico nuestra especie iniciara  una trayectoria divergente con el medio natural.

             Y ahí estaba, esperando hasta que el  sol se ocultara  para iniciar el regreso.

             La espera me regaló estas nubes  que un minuto después ya habían sido disueltas por el viento.
             Recuerdo que el camino de vuelta fue pensando:  "un sol de casi cincomil millones de años, una montaña de cientos de millones, sobre ellos unas nubecillas que existieron durante  un minuto y  un extraño ser, resultado reciente de la evolución de organismos unicelulares, desvinculado ya casi por completo de la naturaleza de la que un día formó parte, captando la imagen e intentando ser  consciente de la grandeza irrepetible de todo aquello".... !!!.
             En fin, la mente siempre interfiriendo con sus cosicas.....

Puesta de sol y nubecillas
Puesta de sol y nubecillas (F:10, V: 1/500, ISO: 100)

lunes, 24 de marzo de 2014

LO EFÍMERO

                          No me gusta mucho el invierno. Por eso a veces me da por imaginar como sería la vida en una latitud de esas  donde la primavera es eterna y el clima  permanentemente cálido.
              A estas alturas, cuando uno ya ha visto unos cuantos ciclos completos en el cambio de las estaciones, sé que allí acabaría faltándome eso, la sucesión de períodos tan diferentes a lo largo del año, en la que incluso las fases menos agradables como el invierno, dejan momentos, colores y paisajes inigualables por lo efímero.
              Este día, un tímido sol no conseguía impedir que los dedos se quedasen entumecidos por el intenso  frío, hasta el punto que se hacía difícil manipular los ajustes de la cámara.
              Resbalar  en el talud del río buscando el mejor encuadre y a esa temperatura, terminar metido en el agua hasta la rodilla, me pareció un precio pequeño por conseguir la imagen.
              Si,...... muy friki...

Río y hielo
Río y hielo (F: 7.1, V: 1/200, ISO:200)

lunes, 17 de marzo de 2014

EL PEQUEÑO SUPERVIVIENTE

                          Esa mañana estaba intentando fotografiar una araña Argiope. En su tela, había varios paquetes de seda, en cuyo interior permanecían
vivos pero inmovilizados por el veneno  los insectos que habían ido cayendo en la red, a la espera de ser el alimento de su cazadora.
             Vi que uno de los paquetes, el más pequeño, se movía, lo que indicaba que seguramente había sido envuelto en seda sin haber sido inoculado por los "colmillos" (quelíceros) de la araña.
              En momentos así siempre se me plantéa un dilema: ayudarle a escapar, o dejar que la naturaleza siga su curso y no  privar al arácnido de su merecida captura. En este caso el dilema se resolvió enseguida por si sólo.
             En unos segundos emergiendo de su  "mortaja" de seda, apareció este minúsculo escarabajo erizado de púas que nunca antes había visto (Dicladispa testacea).
            Necesitó aún unos segundos más para liberar sus patas de la pegajosa trampa. Desplegó sus pequeños élitros (alas anteriores modificadas por endurecimiento) y desapareció volando.
            Fue un pequeño gran momento verle salvarse.

Dicladispa testacea
Dicladispa testacea ( F:9, V:1/160, ISO:200)

miércoles, 12 de marzo de 2014

ANUNCIANDO LA PRIMAVERA

                         Aunque a mediados del mes de Marzo, aún nos queden por ver aquí en el norte días de climatología invernal, unos pocos rayos de sol ya  han hecho despertar a los narcisos silvestres (Narcissus pseudonarcissus), cuyas llamativas  flores amarillas  en forma de trompeta, cada año al final del invierno, parecen entonar su silencioso himno de bienvenida a la inminente primavera.


Narciso silvestre
Narciso silvestre (Narcissus pseudonarcissus) (F: 5,6, V: 1/125, ISO: 100)

miércoles, 5 de marzo de 2014

VELOCIDAD PURA

                                Entre todas las aves que existen, sólo  hay una de la que podría decirse que el aire es su verdadero hogar. El vencejo ha alcanzado tal dominio del medio aéreo, que ha podido llegar a prescindir de la tierra casi por completo. Se alimenta en vuelo, bebe en vuelo, copula en vuelo y  puede llegar a dormir mientras vuela. Sólo hay un ave lo bastante veloz, como para haber hecho de él una de sus presas habituales, este es; el alcotán (Falco subbuteo).
            Este estilizado halcón, está considerado por muchos el ave más veloz del planeta. Si bien el halcón peregrino ostenta el "record" en sus vertiginosos vuelos en picado, valiéndose de la gravedad, el alcotán es insuperable en velocidad pura en vuelo horizontal.
            Había observado varios días a esta hembra adulta de alcotán posada en la misma rama. Desde aquí partía para volar en círculos elevándose muchísimo  hasta conseguir ponerse a la altura en que se movían los grupos de vencejos. Alcanzada esta posición, parecía dedicar unos segundos a fijar un objetivo entre ellos, e iniciaba una persecución cuyos detalles me voy a ahorrar, porque aunque he visto muchas cosas increíbles en la naturaleza, en este caso creo que las palabras no alcanzarían para describirlo.... !!!!.
            Mi conclusión es que:  observar el vuelo de persecución de un alcotán a un vencejo, es asistir al que es quizá el  más grande espectáculo de velocidad y destreza aérea que pueda verse en este planeta.      (Clik en la imagen para verla más grande).

Alcotán
Hembra adulta de alcotán con vencejo (F:7, V: 1/125, ISO:100)

domingo, 2 de marzo de 2014

El ROCÍO Y LA HORMIGA

                                      Cuando se trata de pequeños insectos, las distancias a las que se trabaja son muy reducidas y su casi incesante actividad, puede llegar a convertir en bastante frustrante la tarea de fotografiarlos. Pero a cambio, se tiene la oportunidad de observar de cerca  un mundo a otra escala, que casi siempre nos pasa inadvertido.
          Aquella fría mañana de verano, las gotas de rocío que cubrían los pétalos de una  flor, fueron por un momento el  oasis para esa pequeña hormiga.

Hormiga y rocío
Hormiga y rocío (F: 8, V: 1/30, ISO: 200)