miércoles, 7 de septiembre de 2022

EL FLUIR INFINITO

                             Estamos acostumbrados a ver continuamente y en toda clase de dispositivos, tantas imágenes de paisajes grandiosos y exóticos, que ya todo parece poco y, uno corre el riesgo de acabar haciéndose inmune a belleza natural cercana y discreta.
             Tanto como la primera vez que los vi, a mi me siguen fascinando esos pequeños lugares, que incluso aunque en sus proximidades la naturaleza aparezca cada día más ultrajada por la acción del hombre, ellos, en unos pocos metros cuadrados aún resisten y, siguen conteniendo en si mismos algo difícil de expresar con palabras, que se corresponde con el concepto ideal que tengo de belleza natural inalterada.

             Siempre en este lugar, inevitablemente la mente acaba yéndose a pensar en las pocas posibilidades que había, cuando esa gran haya  hoy centenaria, era una pequeña brizna recién salida de la semilla, de que las riadas no la arrastraran, o de que no la pisara o se la comiera algún animal herbívoro.
             Han transcurrido siglos desde entonces y, aunque inclinada, como no queriendo perderse ni un sólo detalle del infinito fluir del río, no se sabe por cuanto tiempo más, pero aún sigue allí aferrándose a la orilla. (Clik en la imagen para verla más grande) (Incluida en: https://vimeo.com/489030942).
           
Río y bosque de hayas (F:16,V:1,3s,ISO100)