viernes, 25 de septiembre de 2015

LA ESPERA

                                    Como cuento en otra entrada de este blog "La voz del bosque",  fueron muchas las horas que pasé junto a este posadero habitual de una pareja de palomas torcaces, allí pude comprobar hasta que punto es fuerte el vínculo que une a estas aves de por vida.
            Parecían inseparables, siempre juntas sobrevolando el bosque. En muy pocas ocasiones vi sola a alguna de ellas, como en esta foto del macho después de haber estado largo rato acicalándose el plumaje bajo el último sol de la tarde, mientras esperaba la llegada de la hembra que se produjo pocos minutos después.
         
Paloma torcaz (Columba palumbus)
 Paloma torcaz macho (Columba palumbus) (F:7,1,V:1/40s, ISO:100)

2 comentarios:

  1. En otras ciudades es común verlas aclimatadas, junto con las bravías, a la vida urbana...sin embargo en Vitoria no sucede...una curiosidad. Saludos y a ver si te hago pronto una visita!

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  2. Así es, eso demuestra el buen criterio de las de aquí... :).
    Si, a ver si charlamos un ratiyo. Gracias Fernando por tu visita y tu comentario.

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