Como en una escenografía perfectamente ensayada durante milenios, en el bosque lenta, silenciosa y casi inadvertidamente se van sucediendo pequeños acontecimientos, que en los primeros días de la primavera tendrán su apoteosis, con la aparición en las ramas del verde traslúcido de las hojas de haya y, sobre el suelo, la resurrección casi líquida de los jacintos estrellados.
Y como cada año, la misma sensación de estar contemplando un milagro.(Clik en la imagen para verla más grande)
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Jacintos estrellados(Scilla lilio-hyacinthus) y hayedo (F:4;V:1/125s:ISO:100)
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