lunes, 2 de diciembre de 2019

JARDÍN DE INVIERNO

                                       Nunca deja de sorprenderme como la naturaleza, en aquellos pocos lugares en los que aún no es evidente la interferencia humana, encuentra la manera no sólo de sobrevivir, sino incluso de prosperar en condiciones aparentemente adversas.
               
                  Con todo el monte sumido en el letargo invernal y los colores de la primavera hace tiempo sustituidos por los ocres de la vegetación sometida al efecto del frío. En el lugar más improbable, aferrándose a la roca, rodeadas de agua helada, en ese hueco al que apenas llagaba la luz y, a siete grados bajo cero. Como en un oasis de verdor, esas plantas rodeadas de condiciones tan precarias, parecían tener todo cuanto necesitaban.

                 Por eso, es imposible no sentir admiración por todos los organismos naturales, ya que cada uno de ellos sólo por existir, está elevando a la máxima expresión aquella frase ejemplar de Francisco de Asis, que resulta casi subversiva en estos tiempos de esclavitud por lo innecesario. Y que bien podría servir como lema para la más necesaria y urgente revolución posible: "Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco". (Clik en la imagen para verla más grande)

Jardín de invierno
Plantas entre roca y hielo (F:18,V:2s, ISO:100)

No hay comentarios:

Publicar un comentario