sábado, 4 de abril de 2020

EL SIGILO DE LA LIEBRE

                                        Si como consecuencia de la persecución humana todos los mamíferos salvajes incluso los más grandes, para sobrevivir tuvieron que volverse cada vez más sigilosos y precavidos, en el caso de los medianos y pequeños, que además son presa habitual de multitud de otros depredadores, la cautela alcanza un grado extremo.

                 Hacía ya mucho rato que el sol se había ocultado y después poco a poco con la escasez de luz, se había ido apagando también el murmullo del canto de las aves que en esos días de primavera justo antes de ir a dormir proclaman la posesión de sus territorios.
                Todo parecía indicar que ese día no habría foto. Pero después de una hora de espera, por si acaso había que apurar hasta el final antes de empezar a recoger el tinglado.
                Cuando ya estaba pensando en dejarlo, apareció sigilosamente sin el menor ruido. Primero observó largo rato todo a su alrededor con esos enormes ojos marrones adaptados a la escasez de luz. Unos minutos después ya se sentía tan segura al abrigo de la penumbra, que ni siquiera llegó a alarmarse por el sonido de la cámara. (Clik en la imagen para verla más grande)

Liebre europea (Lepus europaeus)
Liebre (Lepus europaeus)(F:7.1V:1/30s,ISO:500)

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