Y esta es la última de aquel día.
No, no estaba pastando, olisqueaba la hierva intentando saber que podía ser aquello que emitía una especie de chasquido que él nunca había oído y que a poco más de cuatro metros, lo miraba con su gran y único ojo.
Después de esta, ni siquiera salió huyendo. Se marchó por donde había venido, parándose cada pocos pasos a comprobar si aquello tan extraño seguía allí.
Uno de esos encuentros tan cercanos, que en aquel momento y hoy que lo recuerdo exactamente igual, si no fuera por la imagen, casi me haría dudar de si fue real, o lo he imaginado. (Clik en la imagen para verla más grande)
![]() |
Corzo macho (Capreolus capreolus) (F:7.1,V:1/125,ISO:250 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario