EL LEGADO DE ARGÍOPE_1

                                          A principios de Otoño, cuando los días son aún cálidos pero las noches ya van dejando de serlo. Tiempo después de haber amanecido, se pueden ver las telarañas de la araña tigre (Argiope bruennichi) aún cuajadas de rocío.
               Estas obras maestras de diseño natural, lucen entonces más espléndidas si cabe, adornadas por miles de minúsculas gotas, antes de ser desmanteladas por la lluvia y  los fuertes vientos del Oeste.
             Abandonadas ya por sus constructoras, que dedicarán sus últimos días de vida a la elaboración  de un prodigioso nido impermeable de seda que protegerá sus huevos durante todo el invierno y del que eclosionará una nueva generación de arañas la próxima primavera.
         

Telaraña y rocío (F:3,5,V:1/125s,ISO:100)