lunes, 23 de octubre de 2017

FRENTE AL ESPEJO

                                       Aunque dentro de la insostenible burbuja de irrealidad de los entornos desnaturalizados que la especie humana construye a su alrededor, son menos evidentes las consecuencias que tienen sus actos a una escala más amplia. Basta con salirse de ella y, con un poco de perspectiva temporal, fácilmente se puede ser consciente de hasta que punto estamos alterando los sistemas y procesos naturales.
                 Heladas de -8ºC en el mes de Mayo que arrasan las hojas recién nacidas de los árboles y las flores, devolviendo en plena primavera a bosques enteros un aspecto otoñal.
                Sequías primaverales nunca vistas, que impiden a las plantas llegar a florecer.
                Veranos otoñales que obligan a animales salvajes a acudir a fuentes y estanques urbanos en busca de agua. Son estos sólo algunos de los síntomas.

                En otro tiempo, cuando los ciclos naturales eran más regulares y previsibles, la aparición de los delicados jacintos estrellados (Scilla lilio-hyacinths) indicaba uno de esos momentos clave en la cronología del bosque, anunciando que el tiempo del frío había quedado atrás.
                La pasada primavera no he podido fotografiarlos, porque donde fui, una inesperada helada tardía los había quemado cuando empezaban a florecer. (Clik en la imagen para verla más grande).
               
Jacintos estrellados (Scilla lilio-hyacinthus)
Jacintos estrellados (Scilla lilio-hyacinthus)(F:2.8,V:1/200s,ISO:100)

No hay comentarios:

Publicar un comentario